Una sesión de fotografía familiar en la naturaleza nos permite guardar un precioso recuerdo de nuestro momento vital. En el campo los niños pueden moverse libremente, relajarse y jugar. Después de un rato ya no prestan atención a la cámara y es entonces cuando aparecen las mejores imágenes. Me encanta retratar con mi cámara los momentos más tiernos, la complicidad entre Mamá y Papá o la emoción de una gran descubrimiento: una enorme pompa de jabón. ¿Te gustaría tener tu propia sesión de fotos? ¡Escríbeme!
Gracias a esta maravillosa familia por su frescura y buena energía.
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